EN ECUADOR OTRO PROCESO ELECTORAL FRAUDULENTO

Insistimos en denunciar el carácter fraudulento del proceso electoral en base a cinco razones:

Primera: El padrón electoral está inflado con 1´797.102 votantes fantasmas o adicionales. Recordemos que según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, INEC, en Ecuador existen 11´464.892 mayores de 16 años, y no los 13´261.994 que sostiene el CNE. La diferencia de votantes salta a la vista. Pero hay otro hecho decidor. Para que en Ecuador tengamos 13´261.994 mayores de 16 años requerimos una población de alrededor de 20 millones de personas, porque los mayores de 16 años equivalen a dos tercios de la población total. Pero si Ustedes ingresan al sitio del INEC www.ecuadorencifras.gob.ec/estadísticas/ todavía no llegamos a los 17,2 millones de habitantes. ¡Verifíquenlo, por favor, Ustedes mismo!

Segunda: El sistema electrónico que se está utilizando es el mismo que manipuló el correísmo en todos los procesos electorales anteriores. Con este sistema se puede programar que un candidato o partido, aunque disponga de importante apoyo social, no pase del 1%, 2% o 5%, y que otro, sin ningún apoyo popular, no baje del 45%, 35% o 30%. Nada extrañe que el correísmo aparezca con una importante votación concertada. Todo se determina en la programación. Pueden alimentarse las computadoras con los datos reales, pero la programación anticipada y no visible es la que dará los resultados definitivos, ya programados y establecidos con anterioridad. Por eso ni Alemania, ni Japón, ni Holanda, ni muchos países, aceptan este sistema tan permeable a los fraudes. El propio Bill Gates, fundador de Microsoft, recomienda que no se lo use nunca en procesos electorales.

Tercera: Los asesores, técnicos y digitadores del actual proceso electoral son los mismos que antes laboraron con Juan Pablo Pozo y los correístas de los procesos electorales anteriores. No solo el software es el mismo; también son los operadores tecnológicos. ¡Y todo el mundo se queda callado ante la gravedad de manejo electoral trucado! ¡Nada sorprendente sería que, en distintas partes del país, existan reclamos tremendos por resultados burlados!

Cuarta: El CNE, al igual que el Registro Civil y el correísmo o fascismo del siglo XXI, disponen de las copias de todas las firmas, rúbricas y huellas dactilares de todos los ecuatorianos, tanto de los que viven ahora como de los que registraron su identidad desde el año 1901. El concurso para copiar, digitalizar, computarizar o escanear, todas las firmas, se lo convocó y adjudicó en el año 2010, y tuvo el código “R-LIC-DGRCIC-001-2010” y fue convocado por orden de Rafael Correa y llevado adelante por el Director de entonces del Registro Civil Ing. Paulo Rodríguez Molina. Con estas firmas se pueden llenar los casilleros de los votantes fantasmas o, en forma alternativa, los espacios para legalizar a los partidos políticos. ¿Cómo se explica que existan 279 partidos y movimientos políticos en el Ecuador? ¡Es un auténtico record mundial! Sólo los 21 partidos o movimientos nacionales utilizaron 4,2 millones de firmas. ¿Cuántos millones más se necesitan para legalizar los restantes 257 partidos y movimientos nacionales? ¡Parece ser que en nuestro país existen más afiliados, militantes o adherentes políticos que el total de mayores de 16 años de edad! ¡Deberían publicarse las listas de los supuestos afiliados a todas estas organizaciones!

Quinta: La quinta razón de la nulidad radica en que el Art. 210, inciso tercero, de la Constitución establece que “Quienes se encuentren en ejercicio de sus funciones no podrán presentarse a los concursos públicos de oposición y méritos para designar a sus reemplazos.” Pero en el actual CNE no cumplen este mandato constitucional ni la doctora Diana Atamaint ni el Ing. Informático José Cabrera Zurita, vocal auspiciado por el PSC y antiguo asesor del organismo electoral. ¡Todo lo que hubiese resuelto y decida este CNE sería nulo, de nulidad absoluta!

NOTA: Sería extraordinariamente bueno indagar que Universidad del Azuay podría prestar el 24 de marzo del 2019 (y sus días previos) su sistema informático para “apoyo” de este CNE y sus objetivos nada transparentes, y qué técnicos del correísmo, de procesos electorales anteriores, manejarían dicha infraestructura electrónica.

 DIEGO DELGADO JARA
Quito, marzo 2019