1. Toda
la legislación del correísmo o fascismo del siglo XXI, relativa a permitir
imponer un fraude electoral para el 2021 e instalar un gobierno no elegido y
una nueva mayoría legislativa, con un nuevo fraude electrónico ESTÁ INTACTA. La voluntad del pueblo con esas
regulaciones tramposas otra vez puede ser fácilmente burlada. Quedan
inalterables todas las regulaciones legales que permitieron las manipulaciones
de resultados de las elecciones del 2009, 2013, 2017 y del 2019, así como de la
consulta popular del 7 de mayo del 2011 cuando se asaltó en forma delincuencial
la Administración de Justicia. ¡Está
lista la designación de Jaime Nebot, Guillermo Lasso, o de quien deseen los
globalizadores, así como garantizada la vigencia de todas las leyes
antinacionales del correismo!
2. Las normas jurídicas para permitir inflar el
Registro Electoral, como ha sucedido desde el 2009, siguen vigentes. Se pueden
incorporar, para no ir lejos, como sucedió en el 2017, cuando existieron 1´617.000 electores fantasmas o inexistentes para “elegir” al binomio
Lenin Moreno y Jorge Glas, así como a la actual mayoría jamás elegida de 74 de
137 legisladores de la supuesta revolución ciudadana. Para las elecciones del
24 de marzo del 2019, para designar alcaldes y prefectos, hubo 1´797.102
electores fantasmas impuestos por el CNE designado por el Consejo de
Participación Ciudadana y Control Social Transitorio.
3.
Cabe recordar, respecto a las elecciones del 2017, cuando inflaron el padrón
con 1´617.486 votantes, que Eduardo
Mangas, secretario de Lenin Moreno, reconoció en forma pública que no ganaron
las elecciones ni en la primera ni en la segunda vuelta. En el colmo del descaro
y la desvergüenza, Rafael Correa (quien impuso con fraude a su sucesor, para
que lo encubra y no existan juicios de peculado o enriquecimiento ilícito en su
contra, conforme se evidencia) le condecoró “por los servicios prestados” en
ese proceso electoral fraudulento al presidente del CNE Juan Pablo Pozo. Toda
esa legislación, que permite ese tipo de fraudes, sigue vigente.
4.
Se pretende encubrir el tramposo proceso electoral del 2021, alegando, como
información encubridora, que habrá equidad de género para el 2025, algún
control del financiamiento electoral y un método de distribución de escaños
menos injusto, pero nada se dice de la necesidad que se prescinda de los
métodos electrónicos tramposos que rechazan países como Alemania, España,
Holanda, Japón, Islandia y muchos otros de la Comunidad Económica Europea.
5.
Con el sistema electrónico (en vez del conteo manual de papeletas y validez
única de las actas de las Juntas Electorales) se puede programar, por ejemplo,
y se ha comprobado miles de veces, para que una lista con votación social
masiva no pase del 1%, 2% o 5%; y al revés, que un candidato sin ningún apoyo
social no baje en ningún caso, en los conteos electrónicos, del 35%, 40% o 50%
de una votación inexistente.
6. Bill Gates, fundador de Microsoft, en
entrevista a la revista electrónica española “La Redacción”, del 1 de
septiembre del 2015, se opone al sistema electrónico para los procesos
electorales porque resultan incontrolables. Dice al respecto: “El fraude
informático es un arma formidable. Mucha gente ingenua considera que el uso de
computadoras en los comicios es un adelanto y que sus resultados son inobjetables.
Esa es la idea que trata de vender el gobierno pero la agenda oculta tras esa fachada
de modernización y de supuesta pureza del voto es escalofriante, con software
oculto se puede alterar los resultados creando votos virtuales o modificando
directamente los porcentajes al no existir la posibilidad de un recuento físico
del escrutinio.” Para apuntalar el proceso turbio Lenin Moreno, el 13 de
mayo del 2019, subordinó a la Presidencia de la República el INEC mediante el
Decreto Ejecutivo 732.
¡LA PATRIA NI SE VENDE NI SE RINDE!
¡LA PATRIA CON EL ALMA SE DEFIENDE!
¡VIVA EL ECUADOR LIBRE Y ETERNO!
Diciembre del 2019.
Estimado Dr. ahora es su hora porque no se lanza como candidato. Hay mucha gente que lo conoce por su grande y profundo pensamiento polìtico.
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