“BENEFICIOS” PARA LOS QUE
CONTROLAN EL CONSEJO NACIONAL ELECTORAL
Diego C. Delgado Jara
1. En todos los procesos electorales del Ecuador,
desde el año 2009, bajo la Presidencia de Rafael Correa, los Registros o
Padrones Electorales se inflaron en forma escandalosa y fraudulenta, y nunca se
publicaron los mismos para que la ciudadanía no se entere como habían muchas
decenas de miles de fallecidos y muchos nombres inventados en los mismos.
Siempre el Consejo Nacional Electoral, CNE, infló las cantidades objetivas del
Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, INEC en dichos listados.
2. El número de votantes fantasmas o inexistentes
en base a la diferencia de las cifras sustentadas del INEC respecto a las
incrementadas o infladas de manera intencional por el Consejo Nacional Electoral,
siempre controlado en el 100 por ciento por militantes de Alianza país, fueron
las siguientes: En las elecciones del 26 de abril del 2009 en 989.552 votantes
fantasmas o inexistentes. En la consulta del 7 de mayo del 2011, para asaltar
en forma fraudulenta las Cortes de Justicia, inflaron en 1´229.330 electores
fantasmas. En las elecciones del 2013, cuando dijeron que han sacado 100 de los
137 asambleístas, inflaron el padrón en 1´139.363 electores fantasmas. En las
elecciones de mayo del 2017 inflaron en 1´617.486 votantes inexistentes. En las
de organismos seccionales del 24 de marzo del 2019 incrementaron en 1´797.102
electores inexistentes. Pero no solo hicieron esto sino que manejaron en forma
tramposa y trucada el sistema computarizado con los que se elegían y reelegían
presidentes y mayorías legislativas jamás apoyadas por el pueblo ecuatoriano.
3. Ahora, por decisión de los asambleístas “correístas”,
“morenistas” y “socialcristianos”, acaban de mantener el mismo CNE que manejó
en forma absolutamente turbia las elecciones del 24 de marzo del 2019, cuando
las cuatro provincias de mayor votación del país, donde está el 60% de toda la
población nacional, fueron repartidas entre social cristianos (Guayas y Los
Ríos) y correistas (Pichincha y Manabí). Para engañar al pueblo dicen que ahora
van a sufragar más mujeres y jóvenes, pero no dicen que mantendrán el mismo
sistema electrónico y las regulaciones jurídicas para clonar lo antes realizado
en los fraudes sucesivos.
OBJETIVOS DEL CONTROL
ELECTORAL POR PARTE DEL FASCISMO DEL SIGLO XXI Y SUS ALIADOS DEL PARTIDO SOCIAL
CRISTIANO:
Al controlar el proceso electoral en forma
absoluta pretenden obtener lo siguiente:
PRIMERO: Pueden elegir presidente y mayorías
legislativas sin que les importe en lo absoluto el criterio o voluntad del
pueblo para nada. El CNE hace todo, como lo ha hecho Correa desde el 2009. Como
posibilidad, pueden designar a Nebot presidente en el 2021 y Correa volvería en
el 2025. La mayoría parlamentaria tendrían asegurada con las leyes electorales
ratificadas por los 74 asambleístas correistas y morenistas a los que se
sumaron los social cristianos. ¡Sin fraude electoral no ganarían nunca!
SEGUNDO: Seguiría imperando la más absoluta impunidad.
Recordemos que durante el régimen de Moreno, los correístas y los social
cristianos no han recuperado un solo centavo de los setenta mil millones de
dólares asaltados durante el correísmo, según los cálculos del Banco
Interamericano de Desarrollo, BID, y los estudios de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico, OCDE, de la Unión Europea, se robaron o
evaporaron del Ecuador durante el Correísmo. (La Hora, jueves 4 de octubre del
2018.) Recordemos que a pesar de tantas denuncias y evidencias escandalosas, de
innumerables negociados, no existe un solo juicio contra Correa y la
delincuencia organizada por: a) Peculado; b) Enriquecimiento ilícito; y c) Por
delincuencia organizada. ¡NI UNO! No solo que no existen juicios sino que ya
están quemados los archivos de la Contraloría donde estaban los originales de
dichas evidencias.
TERCERO: Siguen vigentes, sin que nadie pueda revocar,
todas las leyes del correísmo con las que ya entregaron el petróleo, las minas
de oro, plata y cobre, los puertos marítimos, las fábricas de cemento, la
telefonía celular, y las leyes ya aprobadas para transferir las centrales
hidroeléctricas, la Corporación Nacional de Telecomunicaciones, la tierra rural
de costa, sierra, oriente y Galápagos, el Banco del Pacífico, la Flota Petrolera
Ecuatoriana, TAME, y todos los bienes que quedan del patrimonio social y nacional.
CUARTO: Siguen vigentes las leyes para la represión
social absoluta, como el Código Orgánico Integral Penal, COIP, y la Ley
Orgánica de Comunicación, así como las atribuciones para destruir las
organizaciones populares y dejar en la más absoluta desocupación en forma
masiva a incontables cientos de miles de trabajadores ecuatorianos. Recordemos
que Febres Cordero aspiraba a poner penas de 25 años de prisión pero Correa
impuso 40 años en el Art. 55 del COIP, y multas de 1.500 salarios básicos
unificados, conforme lo consagra el Art. 70, numeral 15, del COIP.
QUINTO: Con este orden jurídico dictatorial impuesto
por mayorías legislativas jamás elegidas, como ya ha sucedido en forma reiterada,
el pueblo ecuatoriano está enjaulado, secuestrado y oprimido por una dictadura
de origen electrónico, y seguirá en el más absoluto desamparo. Nada cambiará. Los
jóvenes se quedarán sin universidades, el sistema de salud está destruido, no
existe trabajo para las nuevas generaciones y seguirá el proceso de
transferencia del patrimonio social y nacional y de destrucción nacional.
Si el pueblo ecuatoriano no toma conciencia y
reacciona ahora, y en base al derecho a la resistencia consagrado en el Art. 98
de la Constitución, no recupera la democracia, sus libertades mínimas, y el
derecho a que se respete su voluntad, debemos prepararnos para sobrevivir en
las más duras y crueles condiciones de vida. Toda esta política es parte del
proceso de dominación total o globalización de nuestra sociedad. ¡Y muchos
ecuatorianos no se percatan!
¡LA
PATRIA NI SE VENDE NI SE RINDE!
¡LA
PATRIA CON EL ALMA SE DEFIENDE!
¡VIVA
EL ECUADOR LIBRE Y ETERNO!
Febrero del 2020.
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