I. ¿FF. AA. AL SERVICIO DE LA PATRIA O DE LAS MULTINACIONALES?
1. El proceso de globalización, gobierno de las multinacionales, o proyecto en marcha de la dictadura fascista de carácter planetario se lo viene aplicando de un país tras otro, con leyes similares emitidas por gobiernos y mayorías legislativas de origen fraudulento, sin que muchos pueblos ni siquiera se hubiesen percatado del plan para subyugarlos, saquearlos, desintegrarlos y destruirlos. Estas políticas se la vienen aplicando en nuestro país desde hace años. No es ninguna casualidad que el patrimonio social y nacional del Ecuador está en manos de las corporaciones extranjeras con emisión de leyes aprobadas por una mayoría legislativa de origen fraudulento. El mismo órgano legislativo, en ese mismo marco del acoplamiento al proceso globalizador, aprobó leyes represivas sin precedentes, con la supervisión de los Estados Unidos y el FMI como sucedió, por ejemplo, con el Código Orgánico Integral Penal, COIP, según da cuenta El Comercio, del viernes 1 de junio del 2012, pág. 2, y La Hora, del lunes 17 de septiembre del 2012, pág. B3.
2. Esta concepción doctrinaria imperial, para aplicar a los países y que incluye el neutralizar y paralizar a todas las instituciones de carácter patriótico o nacionalista (sobre todo en el campo de la educación, comunicación, fuerzas armadas, y otras) fue diseñada, en su aplicación concreta, por Samuel P. Huntington, profesor de la Universidad de Harvard y coordinador de planeación de seguridad del Consejo de Seguridad Nacional (CSN) de los EE. UU. Esta propuesta la tomó para sí, la aprobó y la está aplicando, la COMISIÓN TRILATERAL, donde están los tres grupos de poder político-económico y las multinacionales de las más poderosas del mundo: 1) Las de Norteamérica, sobre todo de EE. UU. y Canadá. 2) Las de Europa. 3) Las de Japón. Samuel P. Huntington, conviene recordar, también diseñó la política del ataque a los pueblos musulmanes presentándolos como embrión de “terroristas” y que habría que afrontar “la lucha de las civilizaciones” inminente; armó el marco político y doctrinario para provocarlos y desatar un enfrentamiento que los debilite, y, si es posible, los desintegre. ¿Qué controlan los países musulmanes? Áreas de enormes reservas petroleras y gasíferas.
3. Este proyecto globalizador o de dominación planetaria, que aspiran imponerlo en forma gradual, ejerciendo el control sistemático de un país tras otro, lo llamaron de modo expreso y calculado como “fascismo con cara democrática”, donde el objetivo es embaucar a las sociedades y asaltar la conciencia de sus ciudadanos con discursos progresistas falsos, pero para cuando accedan al poder, con o sin fraude, impulsar políticas represivas y saqueadoras, sin parangón, para que las multinacionales puedan quedarse, con el apoyo de esos gobiernos títeres (peones suyos), para despojar de toda su riqueza a las naciones donde accedan al gobierno con sus alfiles políticos preparados con años de antelación, como agentes a su servicio incondicional, en determinadas universidades de EE. UU. y de Europa.
4. La denuncia documentada, sobre todo con el soporte de información desclasificada de los Departamentos de Estado, Defensa, y organismos de seguridad al más alto nivel de EE. UU., sobre este proceso globalizador de aplicación implacable, también denominado de globo colonización y desnacionalización absoluta de nuestros países, así como del desmantelamiento institucional planificado, completo e intencional (para llevarnos a la calidad de Estados fallidos), se halla en el libro “EL COMPLOT para aniquilar a las Fuerzas Armadas y a las Naciones de Iberoamérica”, de Lyndon LaRouche, elaborado con el apoyo del Excecutive Intelligence Review (EIR), entidad de investigación con sede en Washington. El autor fue precandidato del partido demócrata a la Presidencia de los EE. UU. en 1999, y perdió la nominación por pocos votos frente a Albert Gore, a quien, para ayudarlo, le otorgaron en forma oportuna el premio Nobel.
5. Esta obra, con tremenda información desclasificada, circuló en Washington, en el año 1993, y tiene el número de catálogo de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos correspondiente al 93-72332. Allí, se dedica un capítulo entero, el cuarto, titulado “La “democracia” corrupta: arma de la Comisión Trilateral”, para explicar las razones o motivos de los poderes mundiales para impulsar la destrucción de todas las Fuerzas Armadas genuinamente patrióticas, como entidades de Defensa de la Soberanía Nacional e integridad territorial. Las multinacionales aspiran a que las fuerzas armadas patrióticas, como las hemos conocido históricamente, desaparezcan o queden paralizadas en forma cómplice ante el saqueo total de nuestros países, y sean convertidas en sumisas fuerzas de represión despiadada interna; este poder mundial aspira a que no exista fuerza alguna que impida -con todos los medios posibles- que lo asaltado por las grandes corporaciones sea devuelto a manos de los pueblos, sus verdaderos dueños.
6. El siguiente paso, en perspectiva, es conformar grandes fuerzas armadas o punitivas internacionales, de carácter regional o continental, dotadas de alta tecnología bélica, que incluso cuenten con robots, que sustituyan a las entidades nacionales y estén a órdenes de organismos supranacionales, del gobierno del Nuevo Orden Mundial, con capacidad de transportación inmediata a cualquier sitio del orbe. Todo este manejo se inscribe en el control militar global a todo nivel por parte de las más poderosas multinacionales y más relevantes grupos financieros del planeta.
II. EL PLAN DESESTRUCTURADOR DE LAS FF. AA.
7. El proyecto de desintegración de las fuerzas armadas genuinamente nacionalistas apunta a prevenir a que nunca más existan unas entidades y oficiales patriotas capaces de generar personalidades formidables como la del general Lázaro Cárdenas del Río en México, que nacionalizó el petróleo, los ferrocarriles, las tierras de los ejidos abandonados. No pueden permitirse el lujo que exista un general patriota como Omar Torrijos Herrera, que recuperó el canal de Panamá para su Patria querida; un Jacobo Árbenz (Yon Sosa y Turcios Lima) defensores de los indígenas y pobres de su Guatemala del alma; un Juan Velasco Alvarado, que recuperó el petróleo y las minas del Perú de sus añoranzas antes en manos de las corporaciones extranjeras; un general nacionalista que lo mataron porque no quiso doblegarse como Juan José Torres en Bolivia; un coronel como Francisco Caamaño Deno, de su evocada República Dominicana, donde armas en la mano, repelió la invasión norteamericana a su país, en 1963: un Carlos Luis Prestes en Brasil, quien fundó una organización popular para defender a los irredentos de su tierra y se cruzó a pie la Amazonía entera hasta refugiarse en Bolivia; un contralmirante patriota y defensor de los recursos naturales como fue Gustavo Jarrín Ampudia en Ecuador, a quien muchos han pretendido ocultar en el olvido, y así por el estilo.
8. Los globalizadores buscan impedir, a toda costa y por todos los medios, que existan fuerzas armadas hondamente patrióticas, con conciencia cívica verdadera, que luchen de modo abnegado para precautelar la sobrevivencia de sus comunidades nacionales sobre los planes globales del saqueo sistemático de sus recursos, y de la colonización globalizadora progresiva. En ese marco, los nuevos colonizadores del mundo se desesperan por impedir cualquier formación educativa o social contestaria u objetiva en la mente y conciencia de los miembros de las fuerzas armadas. Un soldado consciente de sus tareas históricas, y que ame con convicción a su país, es un muro insuperable. Si los opresores pudiesen aplicarles a los patriotas genuinos una lobotomía así procedieran. Todo ciudadano con conciencia patriótica, civil o militar, es apasionado e inclaudicable defensor de su Patria. En este contexto debe entenderse la política del correísmo o fascismo del siglo XXI al retirar de las fuerzas armadas del Ecuador al Instituto de Altos Estudios Nacionales, IAEN, creado por el general Guillermo Rodríguez Lara en 1972, precisamente para estudiar en forma expedita la realidad nacional ecuatoriana y buscar soluciones específicas para nuestro desarrollo. El correísmo pudo haber creado veinte o cien de estas entidades, con todo el dinero que manejaron, pero el objetivo era neutralizar o impedir la formación de la oficialidad de las fuerzas armadas. No hay posibilidad alguna de extraviarse en el análisis.
9. La información recabada por Lyndon LaRouche y el Excecutive Intelligence Review, antes secreta, devela de cómo está planificado el afán para domesticar y subyugar en forma absoluta a las FF. AA. para que no intenten impulsar proyectos reivindicativos y de recuperación del patrimonio social y nacional sustraído por las multinacionales con el apoyo decidido y traidor de gobiernos antinacionales y antipopulares. Para los globalizadores y sus lacayos las fuerzas armadas deberían servir sobre todo para la represión interna total, como lo impulsó el gobierno de Rafael Correa y Alianza País, que buscaron con las enmiendas inconstitucionales del 3 de diciembre del 2015, con las modificaciones del Art. 158 de la Constitución, el uso de las fuerzas armadas para la dominación social interna absoluta.
10. Sobre las FF. AA. el Art. 158 de la Constitución, en sus tres primeros incisos, proclamaba:
“Art. 158. Las fuerzas Armadas y la Policía Nacional son instituciones de PROTECCIÓN de derechos, libertades y garantías de los ciudadanos.”
“Las Fuerzas Armadas tienen como misión fundamental la defensa de la soberanía y la integridad territorial.”
“La protección interna y el mantenimiento del orden público son funciones primordiales del Estado y responsabilidad de la Policía Nacional.”
A pesar de hallarse claramente establecidas y delimitadas las responsabilidades de cada institución, Correa utilizó en asuntos de política interna a la institución que tiene “como misión fundamental la defensa de la soberanía e integridad territorial.” Así desalojó de la zona de Tundayme, en Zamora Chinchipe, a las comunidades y pobladores amazónicos, para entregar esa área (Mirador) a las transnacionales. En Morona Santiago, con idéntica participación, sacaron a los shuaras y a colonos amazónicos, de Nakints, para entregar esas amplias superficies mineras (Panantza San Carlos) a las corporaciones extranjeras. Toda esta riqueza, de cobre, plata y oro, se transfirió a las compañías chinas Junefield y Tongling Nonferrus. Ante estos hechos caben dos meditaciones: Primera: ¿A qué intereses conviene e interesa deteriorar los tradicionales nexos amistosos de los soldados con los campesinos y pobladores pobres en Ecuador? Segunda: ¿No apreciarán los soldados utilizados en estas faenas que están desalojando a sus propios compatriotas, a quienes se comprometieron defender, para entregar la riqueza más valiosa de su país a las corporaciones extranjeras?
11. Los globalizadores y sus agentes pretenden formar unas FF AA subordinadas al máximo, sin convicciones patrióticas, que respalden en forma acrítica al poder civil antinacional encargado de entregar con leyes fraudulentas el patrimonio social y nacional del país a favor de las grandes corporaciones extranjeras. La entrega del petróleo, las minas de oro, plata, cobre, de la telefonía celular, de los puertos, de las fábricas de cemento, de la aprobación de leyes para entregar las tierras rurales, en otro tiempo hubiese sido imposible. ¿Alguien supone que este proceder lo hubiese permitido o consentido el contralmirante Gustavo Jarrín Ampudia?
12. Los documentos desclasificados explicitan, de manera precisa e imperativa, y advierten con toda claridad, en el marco de las propuestas de Samuel P. Huntington, y que pretenden cumplir los gobiernos que son peones de la globalización, que si es necesario para generar unas fuerzas acríticas y subordinadas hasta la humillación, que deben “purgar a los militares desleales” a los que se debe forzar a retirarlos del servicio con cualquier pretexto. Prácticamente pretenden formar instituciones depuradas de miembros con convicciones nacionalistas o populares, excluyendo para ello a todos los uniformados que tengan dichas convicciones. ¡Llaman “desleales” a los defensores de sus pueblos y leales a su Patria y su futuro! Advierten de como el “foco de la estrategia”, de ser necesario para cumplir con sus objetivos de servicio a los grandes monopolios y al capital corporativo mundial, debe apuntar incluso, de ser preciso, al sistemático, inexorable y total “desmantelamiento de los ejércitos”. ¡Pensar, discrepar, razonar, defender con ardor a la Patria bendita, resultan, para los globalizadores, posibilidades prohibidas y que deben ser extirpadas! ¡En vez de ciudadanos patriotas buscan robots o zombis! ¡El saqueo, la privatización o concesiones a favor de las multinacionales, no deben tener ningún riesgo o amenaza de ningún género! ¡Es en ese marco en el que actúan!
IV. LA TEORÍA DEL PAPEL CRUCIAL DEL FORO DE SAO PAULO
La teoría de que existe un plan del “Foro de Sao Paulo” que ha planteado la destrucción de las fuerzas armadas nacionalistas existentes en América Latina es una afirmación que no resiste un análisis serio y es una propuesta encubridora de las lesivas políticas antinacionales impulsadas por Samuel P. Huntington y la llamada Comisión Trilateral, que encarna los intereses de los principales grupos económicos y financieros del planeta.
En primer lugar, los movimientos incorporados al llamado “Foro de Sao Paulo” no disponen de los medios ni del poder político, ni de la voluntad para ello. Incluso contradice con sus propias convicciones ideológicas. Cabe recordar que el llamado “Foro de Sao Paulo” fue promovido con la participación destacada y colaboración económica sustancial del Partido Revolucionario Institucional, PRI, de México, cuando presidente de este país era el gran privatizador Carlos Salinas de Gortari, designado mandatario con un fraude electoral colosal, al extremo que tuvo que posesionarse en el parlamento a la madrugada, mientras cientos de miles de mexicanos le gritaban en calles y plazas “¡Ladrón!” El PRI es una organización de derecha allegada a los mismos círculos globalizadores.
En segundo lugar, el “Foro de Sao Paulo” fue siempre una reunión o espacio de conversaciones de partidos que no estaban en el poder; y cuando llegaron al gobierno fue notorio que sus políticas se caracterizaron, en la mayoría de los casos, por el entreguismo absoluto del patrimonio público a las multinacionales. No solo eso, con la sola excepción del correísmo en Ecuador, ni Hugo Chávez en Venezuela, ni Evo Morales en Bolivia, ni Lula ni Dilma Rousseff en Brasil, ni los Krichner en Argentina, ni Mujica en Uruguay, ni Lugo en Paraguay, pensaron siquiera en desmantelar sus fuerzas armadas. ¿Cómo entender que ningún otro país con régimen supuestamente “progresista” hubiese dispuesto de los empeños antinacionales de Rafael Correa? ¡Porque Correa es un peón formado con años de antelación y al servicio exclusivo de los globalizadores! ¡A él lo instalaron y mantuvieron en el poder con procesos electorales turbios y fraudulentos en el poder! ¡Él no se formó ni dispone de afinidades sinceras con los miembros del “Foro de Sao Paulo”, ni ideológicamente tiene similitud alguna! ¡El correísmo es parte del proyecto globalizador!
En tercer lugar, Correa siempre encubrió y ocultó sus verdaderas intenciones y esencia política. Su práctica era pro fascista como podemos apreciar en sus leyes y en sus políticas (como fue la destrucción sistemática de todas las organizaciones populares y el encarcelamiento de muchos de sus dirigentes), aunque para disimular y engañar a los despistados cantaba la samba del Ché. ¡Sus discursos eran leídos en teleprompter y redactados por ex antiguos militantes de izquierda, para embaucar a los incautos con frases ocultadoras de su esencia reaccionaria y retrógrada! ¡A él no se lo puede comparar ni con Hugo Chávez ni con Evo Morales, que se oponían al Plan Colombia! ¡Rafael Correa se incorporó en forma natural a las políticas del proyecto diseñado por el gobierno norteamericano denominado “Plan Colombia”! ¿Qué otro partido, movimiento o dirigente del “Foro de Sao Paulo” lo hizo? Quien tenga dudas revise el Expreso, del miércoles 24 de abril del 2013, pág. 2, donde en base a la información oficial se determina que habían más de doce mil soldados del Ecuador y veinte aviones de combate (Super Tucanos, de Brasil) para los planes “Yunque y Martillo” y atenazar a las fuerzas insurgentes de Colombia, sobre todo del Putumayo y del Caquetá. En el Plan Colombia, este país disponía de cuerpos de élite de dos mil soldados cada uno, formados con asesoría e inteligencia israelí, conforme está publicado al detalle en El Telégrafo, del martes 6 de enero del 2009, pág. 1 y 6. Esos grupos de Colombia eran el “martillo”, en tanto el “Yunque” estaba formado en la frontera de nuestro país. Eran operativos de demolición concertada. En este proyecto del gobierno de Washington debieron participar las fuerzas de EE. UU. y no de nuestro país. Los grupos rebeldes colombianos surgieron en 1964 y nunca tuvieron problema alguno con Ecuador. Hablan los hechos.
Rafael Correa nunca agravó sus relaciones con las fuerzas armadas mientras participaban en el Plan Colombia del que era parte medular. Esa conducta cambió de manera diametral y se destapó luego iniciarse los diálogos de paz con los que coronó el Plan Colombia. Para llevar adelante el Plan Colombia se requería que Ecuador transfiriera las tropas de la frontera Sur y Sur Oriente al Norte, al límite de Colombia. Para ello los EE. UU. impuso a la oligarquía del Ecuador, en forma previa, que nuestro país acepte el tratado Mahauad – Fujimori, del 26 de octubre de 1998, suscrito en Brasilia; y con el mismo también acepte la total validez del Protocolo de Río de Janeiro, impuesto a la fuerza y con su ocupación militar, conforme lo reconoce el Art. 2 del citado Protocolo (perdiendo de este modo el Ecuador 180 mil kilómetros cuadrados de la región amazónica), y, en forma complementaria, ceda además, el día de la firma, el 26 de octubre de 1998, el área adicional de 14.300 kms.2 de la llamada Oreja del Cenepa, de las provincias amazónicas de Morona Santiago y Zamora Chinchipe. Solo entonces Ecuador movilizó sus tropas al Norte, a la frontera con Colombia. Correa y Alianza País colocaron en el Art. 4 de la Constitución de Montecristi que los límites del Ecuador “son los determinados por los tratados vigentes”, para que el pueblo, el domingo 28 de septiembre del 2008, votando por la Constitución de Montecristi, acepte con su propia mano la mutilación territorial, pero sin que le hubiesen explicado sus alcances y repercusiones. Antes, las anteriores Constituciones manifestaban que nuestros límites son los de la Real Audiencia de Quito, y “los tratados válidamente celebrados”.
En cuarto lugar, nadie ha mostrado, hasta el día de hoy, un documento fidedigno del llamado “Foro de Sao Paulo”, con precisión de la fecha y sitio de su aprobación, del texto resolutivo específico, de sus firmantes sobre la absurda aspiración de desestructurar a las fuerzas armadas. No hay país en el mundo, del signo político que sea, que carezca de fuerzas armadas. Otra cosa es su orientación política y cercanía o distancia respecto a los anhelos históricos de sus pueblos. Incluso en la eventualidad de existir alguna resolución, que nadie la muestra, esa decisión no dispondría de capacidad de hacerse realidad. La única fuerza pública desarticulada en América Latina ha sido la de Panamá luego de la invasión norteamericana de diciembre de 1989. Ninguna otra. En Ecuador fallaron todos esos empeños, al menos hasta ahora. ¿Acaso EE UU. era parte del “Foro de Sao Paulo”? Las evidencias se imponen. Como enseña el adagio popular: “La razón natural no pide fuerza.”
En quinto lugar, se miente cuando se dice que esa decisión de desestructurar a las fuerzas armadas la tomó el “Foro de Sao Paulo” en el año 1990, porque en ese año no existía todavía el “Foro de Sao Paulo” y no existió ninguna convocatoria ni reunión, pues en ese año recién estaban buscando la participación de las organizaciones, partidos o movimientos que aceptarían integrarse o guarden alguna afinidad. La mayoría absoluta de sus conformantes son de la internacional social demócrata. Revísese el listado y compruébese.
La primera reunión del colectivo ahora conocido como “Foro de Sao Paulo”, recién se llevó a cabo en México en 1991; luego, en 1992 en Managua, Nicaragua; en 1993 en La Habana, Cuba; en 1995 en Montevideo, Uruguay; en 1996 en El Salvador. Las reuniones en Sao Paulo, Brasil, se llevaron a cabo recién en el 2005 y en el 2013 cuando Fidel Castro ya estaba retirado del poder. ¡Verifíquense las fechas!
En sexto lugar, cabe recordar, a propósito de su verdadero carácter ideológico y político de este colectivo, que el Partido de los Trabajadores de Brasil, dirigido por Lula, no permitió en el 2005 la presencia de las FARC ni del ELN de Colombia en dicho evento. Esta situación evidencia el carácter y contenido ideológico del mismo. Ocultan a propósito que la mayoría de organizaciones son de carácter social demócrata, y varias hasta de derecha como es su co-auspiciante, el PRI. Existe una razón lógica elemental en la que debe insistirse: ¿Por qué no han pretendido desmantelar las fuerzas armadas en los otros países donde gobiernan partidos allegados al Foro de Sao Paulo, como sí ha sucedido con el Ecuador? ¡Porque no existe esa decisión, y si incluso existiese resultaría inviable! ¿Quién la aceptaría?
En séptimo lugar, cabe referirnos a las políticas que en la realidad ha acometido la mayoría de dichos partidos y movimientos del llamado “Foro de Sao Paulo” cuando es notorio que favorecen en los hechos a las multinacionales. Es fácil mirar los resultados y sus acciones. Miremos en que manos quedan los principales recursos petroleros, mineros, los puertos, las tierras, las telecomunicaciones, de Brasil, Argentina, Paraguay, Bolivia, Chile, Perú o Ecuador, que se supone han dispuesto de gobiernos “progresistas”, pero que han entregado toda esa riqueza de sus pueblos, fundamentalmente a manos de las corporaciones extranjeras. ¡Esos son los hechos objetivos e irrefutables! ¡Remitámonos a la verdad; no la ocultemos ni tergiversemos!
Cuando llegó al poder Hugo Chávez en Venezuela él recuperó reservas y campos petroleros, minas, telecomunicaciones, y muchos bienes privatizados con anterioridad; exactamente al revés de lo que hizo Rafael Correa en Ecuador. Los hechos no pueden ni deben ser alterados. El triunfo y apoyo social de Chávez fue reconocido por el ex presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter y su fundación de fiscalización política y electoral. No se puede, por lo tanto, poner en el mismo saco a todas las personas, movimientos, partidos, del “Foro de Sao Paulo. Ni siquiera del mismo país. Maduro no es Chávez.
El plan desarticulador de las fuerzas armadas, comprobable en forma documentada, donde es notorio y se expresa el poder económico y político mundial, y que se cumple sobre las fuerzas armadas de muchos países, es el de la Comisión Trilateral con las concepciones de Samuel P. Huntington. En forma interesada alguna gente oculta, con pretensión engañadora, que ni la Comisión Trilateral, ni Samuel P. Huntington, de lo que se sabe, son parte del Foro de Sao Paulo. Las falsedades e inexactitudes caen por sus propias inconsistencias. Debemos respetar la verdad.
Cabe destacar que uno de los principales voceros de la tesis referida al “Foro de Sao Paulo” es un personaje de posiciones fascistas: el ex presidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez, quien jamás ha mostrado un solo documento válido de sustento incontrovertible sobre su teoría interesada en crear zozobra infundada. ¡Utilicemos la lógica y el sentido común, así como nuestra capacidad de formular deducciones con sustento objetivo en la realidad! ¡No nos dejemos sorprender! ¡Pidamos las fuentes reales, las referencias exactas y documentos verídicos!
¡LA PATRIA NI SE VENDE NI SE RINDE!
¡LA PATRIA CON EL ALMA SE DEFIENDE!
¡VIVA EL ECUADOR LIBRE Y ETERNO!
FIN DE LA PRIMERA PARTE
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