I. ¿PARA QUÉ SE ELABORÓ EL BANCO DE FIRMAS DE TODOS LOS ECUATORIANOS?
1. No solamente resulta escandaloso y doloso el hecho que en el Ecuador existan millones de VOTANTES FANTASMAS, como sucedió en el proceso electoral del 19 de febrero del 2017, cuando aparecieron 1´617.486 sufragantes adicionales a los 11´118.306 mayores de 16 años registrados por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, INEC. Resulta que, según el Consejo Nacional Electoral -con datos inflados- eran 12´735.792 los mayores de 16 años, como si el Ecuador tuviese 19,42 millones de habitantes, pues los mayores de 16 años equivalen al 65,58% del total de la población.
2. Igual irregularidad no esclarecida sucedió antes, cuando en el proceso electoral del 17 de febrero del 2013 en vez de los 10´254.794 mayores de 16 años, según el INEC, el CNE dijo que los habilitados llegaban a los 11´389.688 personas que estuvieron en el padrón. Esto es 1´139.363 VOTANTES FANTASMAS “habilitados” de conformidad a los datos acomodados o inventados por el Consejo Nacional Electoral. Estas irregularidades y referencias documentadas, en forma incontrastable, las presentó el FRENTE DE DEFENSA NACIONAL y el FRENTE ESTRATÉGICO POR LA DEMOCRACIA, en octubre y noviembre del 2016, ante la Comisión Nacional Anticorrupción, única entidad que no controlaba el correísmo. Es más: sería muy bueno que los miembros de estos dos organismos cívicos pudiesen ser escuchados por el actual Consejo Nacional Electoral. Pero existe otro hecho muy grave y que la mayoría de ecuatorianos desconoce.
3. Acontece que todas las copias de todas las firmas, con las rúbricas respectivas, y hasta de las huellas electorales, de todos los ecuatorianos que se han cedulado desde el siglo XX, desde las anteriores generaciones hasta la actual, posee el Consejo Nacional Electoral y el Registro Civil porque están digitalizadas o copiadas desde octubre del 2010, cuando el Registro Civil, por orden de Rafael Correa, bajo la dirección del ingeniero electrónico Paulo Rodríguez Molina, convocó al concurso de “DIGITALIZACIÓN DE DOCUMENTOS DEL ARCHIVO NACIONAL DE LA DIRECCIÓN GENERAL DEL REGISTRO CIVIL, IDENTIFICACIÓN Y CEDULACIÓN”. Para obtener dichas copias, que están computarizadas, de todas las firmas, rúbricas, huellas dactilares, de todos los ecuatorianos, entre otros datos, llamaron a concurso en el que declararon ganadora a la Empresa “Controles S. A. – CONTROSA”, cuyo número o código del contrato es el siguiente: “R-LIC-DGRCIC-001-2010”.
4. Como una de las muchas pruebas de lo que manifestamos, existe una certificación emitida por la propia Dirección General del Registro Civil, Identificación y Cedulación, de fecha 1 de agosto del 2012, y entregada mediante el oficio Nro. 2012-00692-DIR-G, suscrita por el entonces director de la entidad, Jorge Mario Montaño Prado, y otorgada al doctor César Rodríguez, entonces Asambleísta por la Provincia de Pichincha, donde se indica y certifica que se ha contratado la “DIGITALIZACIÓN DE DOCUMENTOS DEL ARCHIVO NACIONAL DE LA DIRECCIÓN GENERAL DEL REGISTRO CIVIL, IDENTIFICACIÓN Y CEDULACIÓN” con la Empresa “Controles S. A. – CONTROSA”, y que el número o código del contrato es el siguiente:“R-LIC-DGRCIC-001-2010”.
5. El número total de carillas ya escaneadas, copiadas y digitalizadas en forma computarizada, con la firma y rúbrica de todos los ciudadanos del Ecuador, a la fecha 12 de julio del 2012, según la referida certificación, superaba ya las ochenta millones de carillas; en forma exacta, según la certificación, cuya copia reposa en nuestro poder; tenían entonces ya 80´008.565 de carillas. El número total de documentos ya escaneados y digitalizados, donde en cada uno podrían haber dos o más carillas, estaba para el mismo 12 de julio del 2012, en 51´847.894 unidades, siempre al tenor de la certificación aludida y otorgada por el Director General del Registro Civil, Identificación y Cedulación a la fecha. Finalmente se determinó el numero de documentos escaneados y firmas (de quienes se cedularon desde el inicio del siglo XX) en 96 millones de documentos. (El Universo, martes 1 de marzo del 2011, primera página de la sección Gran Guayaquil)
6. La Escuela Politécnica del Litoral, ESPOL, impugnó esta adjudicación POR FRAUDE, por existir varias escandalosas irregularidades en este supuesto “concurso”. El Rector de la ESPOL, Dr. Moisés Tacle Galárraga Ph.D, en esa calidad y como Procurador del Consorcio Ecuatoriano de Procesos Digitales y Documentos (CEPRODID), otro de los participantes en este aparente “concurso”, presentó la Acción de Protección Nro. 1056 en el Juzgado V de lo Civil de Guayaquil denunciando el despojo escandaloso del que habían sido víctimas tanto la Escuela Politécnica Nacional como CEPRODID en este proceso, reclamando por las irregularidades, inconstitucionalidad, ilegalidad y sesgada Resolución Nro. DIGERSCIC-DGD-2010-323, suscrita por el Ing. Paulo Rodríguez Molina, entonces Director del Registro Civil, porque lesionaba los intereses del legítimo ganador (la ESPOL), como en forma muy pormenorizada lo evidenciaba.
7. Ningún reclamo de la ESPOL se atendió, incluso luego de demostrar que la firma que estaba atrás del membrete de CONTROSA era DIGITAL TEAM, la misma empresa que en el 2009 había sido motivo de un escándalo electoral mayúsculo, pues poseía un centro paralelo y clandestino de digitalización de resultados electorales en el que tenían 221 computadoras con 221 digitalizadores para “acomodar” los resultados y concederle el “triunfo” a Alianza País en la supuesta reelección de Correa del año 2009, así como para brindarle una numerosa bancada legislativa.
8. Cabe destacar que Sociedad Patriótica denunció, de manera documentada, que en el proceso electoral del 2013 habían decenas de miles de firmantes que tendrían más de cien años. Asomaron, en los padrones electorales, votantes nacidos en 1843 y 1853, conforme lo publicó diario Expreso, del martes 16 de febrero del 2016, pág. 3. ¿Cómo así “participaron” en esas elecciones ciudadanos con alrededor de 170 años? ¡Para eso podían servir las copias de las firmas escaneadas o digitalizadas! Luego se denunciaría, en varios medios de comunicación, de la existencia de 519.000 registros “con números de cédula que no están asignados a persona alguna”, conforme lo evidenció, con los soportes del caso, diario Expreso, del sábado 2 de abril del 2016, pág. 4. El asunto es muy claro: ¡El que maneja, controla, y proclama los resultados electorales se lleva la República, sus autoridades e instituciones!
II. ¿PARA QUE PUEDE SERVIR EL BANCO DE FIRMAS?
1. ¿Qué se puede hacer con las firmas ESCANEADAS, COPIADAS, COMPUTARIZADAS y DIGITALIZADAS, controladas en forma monopólica, y secreta, por quienes ejercieron el gobierno, y, de modo obvio, por el partido político que ejerció el poder durante los últimos años? ¿No se podrían utilizar todas estas copias de las firmas para legalizar un partido político, o para llenar los casilleros de las firmas de los padrones electorales donde pueden aparecer muchos difuntos que no realizarán ningún reclamo? ¡Si los vivos no reclaman, peor los finados!
2. ¡Esta es la razón por la que no se han publicado en los últimos años los padrones electorales! ¡Para que no aparezcan y se detecten nombres y apellidos de fallecidos, o ausentes del país, por ejemplo, y nadie pueda reclamar! ¡Con 1´617.486 votantes adicionales a los datos del INEC, de los que verdaderamente poseen más de 16 años, como sucedió en el 2017, se puede inclinar un resultado electoral en forma definitiva, más aún con sistemas electrónicos trucados y que jamás han permitido fiscalizar! ¡Esta grave irregularidad debería analizar el nuevo Consejo Nacional Electoral!
3. Con las firmas y rúbricas de todos los ecuatorianos en manos del correísmo, sus instituciones (como el propio Consejo Nacional Electoral de entonces) y militantes del partido en el poder, se podría decir y “demostrar” que cualquier organización o colectivo político, del nombre que sea (“Rafael Siempre Contigo” por ejemplo) podrían disponer de dos o tres millones de firmas “prestadas”. ¡Todo está en sus manos! ¡Sin que nadie les controle! ¡La población y la democracia está en la más absoluta indefensión! ¡Es evidente que el correísmo dispone de copia de todas las firmas!
4. ¿Quién, qué ciudadano de cualquier rincón del país, puede enterarse si han tomado su firma para legalizar a un partido o movimiento nacional o local? ¿Cómo así se habla de la existencia de 16 partidos nacionales (lo que significaría ya más de tres millones de afiliados), y al margen de los “adherentes” de alrededor de 168 movimientos provinciales? ¿Por qué no se publican los nombres de los supuestos afiliados como ya se hizo una vez pero de manera sesgada? ¿Cómo puede cualquier ecuatoriano conocer si utilizaron las firmas de sus padres, abuelos o bisabuelos, o las suyas propias, si disponen de las firmas de todos los ecuatorianos desde que existe el Registro Civil?
5. ¡Los únicos “dueños” de todas las firmas de los ecuatorianos (incluidos los que vivieron hace tres, cuatro o más generaciones) están ahora en el Registro Civil, en el Consejo Nacional Electoral, y de manera más que probable en manos del gobierno o partido político del gobierno que mandó a escanear o copiar todas las firmas de los ecuatorianos! ¡Ellos pueden utilizar el verdadero “banco de firmas” sin que nadie se entere de todas sus formas potenciales de uso!
6. ¿Quién, qué organismo, qué partido o entidad, con capacidad de fiscalización o control político, ha podido verificar la idoneidad y autenticidad de las firmas que aparecen en los padrones electorales? ¿Para qué devolvieron las “firmas recogidas” en forma supuesta por los “colectivos” allegados al oficialismo? ¡Para que no puedan ser cotejadas con las que están en manos del oficialismo beneficiario potencial y único de las mismas! ¡Si hubiesen guardado esas firmas, se podría demostrar que las firmas utilizadas han sido clonadas!
7. Este escándalo se descubrió el 8 de mayo del 2009, doce días después de las elecciones del 26 de abril del 2009, cuando se ubicó el local secreto y clandestino donde funcionaba, por parte de los candidatos Cinthia Viteri y Enrique Herrería así como de canal TELEAMAZONAS, donde se acomodaban los resultados por parte de Digital Team y ciertos vocales del CNE. Este centro clandestino para acomodar datos (con las 221 computadoras y digitadores) se hallaba en el antiguo local del supermercado Santa Isabel, al norte de Guayaquil, en la avenida Agustín Freile Potes y era coordinado por un miembro del propio CNE, que fue ubicado in fraganti. Otros miembros del CNE de entonces, como el vicepresidente Carlos Cortez, dijeron que jamás habían sido informados al respecto.
¡El país debe saber dónde están los bancos de firmas, quienes y cuándo las han utilizado, así como la forma de hacerlo! ¡Y eso debe realizarlo el Consejo Nacional Electoral! ¡Basta de FRAUDES! ¡El pueblo del Ecuador tiene todo el derecho de conocer la verdad!
¡LA PATRIA NI SE VENDE NI SE RINDE!
¡LA PATRIA CON EL ALMA SE DEFIENDE!
¡VIVA EL ECUADOR LIBRE Y ETERNO!
Agosto del 2018.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Se agradece todo RESPETUOSO comentario y observación, principalmente si ayudan a realizar precisiones, aclaraciones indispensables o sugerencias que contribuyen a mejorar el contenido de los analisis presentados.