GOBIERNO DE ECUADOR SE PRESTÓ A LA MANIOBRA
“Jeff Sessions, fiscal general de los Estados Unidos, anunció que arrestar a Julián Assange es una prioridad para su país.”
“Jeff Sessions, fiscal general de los Estados Unidos, anunció que arrestar a Julián Assange es una prioridad para su país.”
El Comercio, martes 15 de mayo del 2018, pág. 4.
“En ningún caso se concederá extradición de una ecuatoriana o ecuatoriano. Su juzgamiento se sujetará a las leyes del Ecuador.”
Constitución de la República, Art. 79.
I. VERDADERAS RAZONES DE SU PERSECUSIÓN
1. Los verdaderos motivos de la implacable obsesión por llevar a Julián Assange a los Estados Unidos radica en que, junto a quienes conforman el colectivo Wikileaks, entregó documentos secretos, del período 2004 al 2009, relativos a la guerra de invasión de EE. UU. a Iraq y Afganistán a los diarios The New York Times, de EE. UU.; The Guardian, de Inglaterra; Der Spiegel, de Alemania; Le Monde, de Francia; y a la cadena árabe Al Jazzera, entre otros.
2. De este modo se difundieron 91.731 documentos del caso afgano y 391.832 documentos y videos de la agresión a Iraq. Estos documentos fueron obtenidos por el soldado de inteligencia norteamericano Bradley Manning, ahora señora Chelsea Manning, quien luego de recibir una condena de 35 años de prisión, recibió la conmutación de su pena por Barack Obama al dejar el poder. lo conmutó. (Julio César Roca de Castro, El Universo, 18 de enero del 2018.) Fue Manning quien le hizo llegar la documentación a Julián Assange y a Wikileaks. Pero fue este colectivo dirigido por Assange el que hizo conocer los atropellos de las tropas de EE. UU, y de la OTAN en contra de los pueblos invadidos de Afganistán e Iraq.
3. Entre los documentos que se difundieron en el 2010, según un conciso resumen del referido columnista Roca de Castro, “consta que las fuerzas de la OTAN mataron a cientos de civiles en incidentes que se ocultaron. Los diarios consideraron que existía un interés público legítimo en el material. En la invasión a Iraq, realizada por EE. UU., sin la autorización de la ONU, con el pretexto que había armas prohibidas que nunca halló, el horror es mayor. De las 109.000 muertes registradas, 66.081 fueron civiles, 15.000 más que las que el gobierno estadounidense había admitido. Muertes ocurridas por su ejército, en episodios casi diarios, a lo largo de la ocupación, de una a dos personas, por asesinatos premeditados, disparos al azar, matanzas en puestos de control. Por ellos se escondieron los datos y la información. Como el caso del homicidio de dos reporteros de la agencia Reuters e iraquíes, de los que se burló y jactó el soldado que les disparó. Los policías iraquíes torturaron a los prisioneros y los soldados de la coalición de los países invasores lo ignoraron. Esas eran sus instrucciones. Los británicos tenían manuales de interrogación que violaban la legislación internacional. Todo eso revelan los documentos difundidos por Wikileaks. En la prisión de Abu Ghraib, la propia policía militar de EE. UU., agentes de la CIA y contratistas militares privados, perpetraron numerosos abusos y torturas a los prisioneros. Que no había registro de víctimas, dijeron los oficiales británicos y estadounidenses (…) Ya en el país del Norte, es previsible lo que le esperaría al australiano: se ha pedido que se los juzgue por espionaje y traición, lo que le acarrearía la pena capital.” Precisamente para protegerse es que Assange buscaba asilo.
4. El argumento que no existe ningún riesgo para Julián Assange, como lo repiten algunos comentaristas, tiene un mentís rotundo en la declaración realizada el lunes 14 de mayo del 2017 por Jeff Sessions, fiscal general de los Estados Unidos, recogida por varias agencias internacionales y publicada en diario El Comercio, del martes 15 de mayo del 2018, pág. 4, que señala: “(…) arrestar a Julian Assange es una prioridad para los Estados Unidos.” El régimen atrabiliario de Donald Reagan pretende llevarlo a los Estados Unidos como un trofeo. Pero este ciudadano, al habérsele concedido asilo, debe ser protegido por el Ecuador, más aún cuando, además de australiano, posee la nacionalidad ecuatoriana. Facilitar su extradición a los Estados Unidos sería motivo de una vergüenza mundial.
¿ASSANGE PARTICIPÓ EN FRAUDES ELECTORALES?
5. Para alentar que lo saquen de la Embajada en Londres, Inglaterra, alguna gente difunde la versión de que Assange ha participado en los fraudes electorales realizados en el Ecuador de manera escandalosa. Pero esta afirmación no tiene lógica a la luz de las siguientes razones:
Primera razón: Antes de asilarse en Ecuador ya se inflaban, en el padrón electoral, el número de posibles votantes. En el año 2009 el número de votantes fantasmas fue de 898.552 personas. El INEC estableció 9´449.098 mayores de 16 años, pero en el padrón aparecieron 10´347.650 inscritos. En las elecciones de 2013 los votantes fantasmas eran 1´139.363 personas, y en las de 2017 fueron 1´617.486 ciudadanos adicionales al total registrado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, INEC. Estos electores fantasmas, sobre todo de personas fallecidas, no las colocó Assange sino el Consejo Nacional Electoral, CNE, que tiene a su cargo la confección de los padrones electorales. Cabe destacar que los mayores de 16 años representan el 65,58% de toda la población nacional; de tal modo, por ejemplo, que si los votantes son 12´735.792 votantes, como dijo el CNE en las elecciones del 2017, el número total de ecuatorianos debería ser de 19´420.000 personas, cuando el Ecuador solo tenía 16¨450.000 habitantes. Esta manipulación no la podía realizar Julián Assange sino el gobierno de Correa en Ecuador.
Segunda razón: Respecto a los llamados electores fantasmas, recordemos que, en octubre del 2010, para perfeccionar los métodos de encubrimiento, se mandaron a copiar o escanear todas las firmas, rúbricas y huellas dactilares de todos los ecuatorianos registrados desde el inicio del siglo XX. De este modo pueden llenar cualquier día un padrón electoral que pueda tener cino o diez millones de electores fantasmas. Las firmas de todos los ecuatorianos registrados desde inicios del siglo XX las tienen en sus manos. Lo hicieron a través del Registro Civil, cuando Director General de este organismo era el Ing. Paulo Rodríguez Molina. Con estas firmas se podrían llenar todos los espacios de los electores fantasmas, aunque sus titulares hubiesen fallecido hace décadas. La Resolución de adjudicación de este contrato para copiar, escanear o digitalizar las firmas de todos los ecuatorianos, fue impugnada por la Escuela Politécnica del Litoral, porque habría trampas en la asignación de estas tareas. La resolución impugnada ante los jueces fue la DIGERIC-DGDO-2010-323. Entonces no estaba asilado Julián Assange ni tenía orden de captura. El inflamiento de los padrones electorales solo lo podrían realizar los miembros del CNE, que eran 100% solo de Alianza País. Para inflar el padrón electoral no necesitaban la colaboración de Assange.
II. LAS REVELACIONES DEL DIARIO INGLÉS “THE GUARDIAN”
En una investigación realizada por “The Guardian” sobre el gasto de cinco millones de dólares realizados por Ecuador para supuestamente “proteger” a Assange, en noticia reproducida en El Comercio del miércoles 16 de mayo del 2018, pág. 4, existen tres párrafos y aspectos demoledores de este diario inglés:
Primero: “La agencia de inteligencia utilizó un presupuesto para “gastos especiales” a fin de instalar cámaras de vigilancia en la embajada SEMANAS ANTES de conceder asilo al fundador del portal de filtraciones Wikileaks.” Aspecto que convoca a las siguientes reflexiones: ¿Le prepararon acaso una celada a Julián Assange para inmovilizarlo, encerrarlo y conocer quiénes eran parte de su colectivo de dirección en Wikileaks? ¿Cómo así instalaron SEMANAS ANTES las cámaras de vigilancia, antes de invitarlo? ¿Le “acondicionaron” el espacio físico de observación absoluta en forma previa a llevarlo a la embajada? ¿Fue parte de una celada para enterarse de todos los nexos, miembros y responsables de Wikileaks?
Segundo: “El equipo de seguridad establecido por Ecuador pedía a los invitados de Assange su pasaporte al entrar a la embajada para crear un “perfil” del visitante.” ¿Fichaban acaso a todos los visitantes para indagar sus vidas, antecedentes, y milagros de todo género? ¿Quién manejó los listados de los allegados a Assange que fueron a visitarlo? Hace años, cuando los vuelos a La Habana debían hacer escala en Panamá, se pedían en este país los pasaportes, para fotocopiarlos, como condición ineludible para permitir el embarque a Cuba. La información la pasaban a los EE. UU. ¿Ahora no?
Tercero: “Se grabaron con detalle las “actividades diarias de Assange”, sus interacciones con el personal de la embajada, con su equipo legal y otros visitantes.” ¡Es notorio que le tenían grabado hasta la última palabra, todos los diálogos, los rostros de los visitantes, los mensajes, orientaciones, y todo lo concebible y hasta inconcebible! ¿El interés era del gobierno de Correa, que siempre conocía todo lo que pasaba a través de la Secretaría Nacional de Inteligencia, la SENAIN, o mucho más del gobierno de los Estados Unidos y la OTAN que fueron denunciados por Wikileaks? Para llegar a las conclusiones obvias cabe recordar el viejo adagio: “La razón natural no pide fuerza.” ¡Julián Assange cayó en una trampa! ¡Fue observado y detectado al máximo con la colaboración de las autoridades del fascismo del siglo XXI encabezado por Rafael Correa! Pero no deben olvidar que hoy dispone de la nacionalidad ecuatoriana y no pueden desampararlo jurídicamente.
III. LO QUE DICE LA CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA
El Art. 41 de la Constitución de la República del Ecuador establece con claridad meridiana lo siguiente:
“Art. 41. Se reconocen los derechos de asilo y refugio, de acuerdo con la ley y los instrumentos internacionales de derechos humanos. Las personas que se encuentren en condiciones de asilo o refugio gozarán de protección especial que garantice el pleno ejercicio de sus derechos. El Estado respetará y garantizará el principio de no devolución, además de la asistencia humanitaria y jurídica de emergencia.”
“No se aplicará a las personas solicitantes de asilo o refugio sanciones penales por el hecho de su ingreso o de su permanencia en su situación de irregularidad.”
No cabe por lo tanto anular el asilo ya concedido, porque ello entrañaría una falta de seriedad tremenda para nuestro país. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la ONU, y la Constitución de la República reconocen y garantizan los derechos de asilo y refugio. ¿Qué sucedería si las autoridades del Ecuador facilitan al gobierno de los EE. UU. el cumplimiento de este empeño y luego lo condenan? ¡Lo menos que supondría alguna gente es que el gobierno del Ecuador actuó como instancia subordinada a los empeños de los Estados Unidos!
Existe un solo caso de anulación de asilo ya concedido en los últimos años. Es el caso del diputado ecuatoriano Galo Lara Yépez.
IV. LA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS HUMANOS
La Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1948, con la presencia de Ecuador como país signatario, establece en su Art. 14.1 que “En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país.” Acogiéndose a esta norma jurídica Julián Assange, el director de Wikileaks, frente al recelo de ser extraditado a los Estados Unidos, porque una buena parte de la información secreta difundida era del gobierno de este país con relación a la invasión a diversos países, pidió refugio en la Embajada de Ecuador en Londres.
Estos son aspectos que no conocen la mayoría de nuestros compatriotas ecuatorianos. Pero existe un hecho jurídico adicional. Assange dispone de la nacionalidad ecuatoriana, concedida por el régimen de Lenin Moreno. El Art. 79 de la Constitución ordena, en tal caso, de manera obligatoria, lo siguiente: “EN NINGÚN CASO SE CONCEDERÁ LA EXTRADICIÓN DE UNA ECUATORIANA O ECUATORIANO. SU JUZGAMIENTO SE SUETARÁ A LAS LEYES DEL ECUADOR.”
Agosto del 2018.
Fue muy criticado la entrega a EE.UU. del empresario ecuatoriano de apellido Serrano. En verdad Assange es ecuatoriano y no ha renunciado a su nueva nacionalidad.
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