Desde inicios de noviembre del 2021 circula, entre las organizaciones campesinas, el texto de una comunicación entregada el 27 de octubre del 2021 al Ministro de Agricultura del Ecuador del régimen de Guillermo Lasso, MSc. Pedro Álava, por el Jefe de la Misión Diplomática de la República Islámica de Irán en Ecuador, AHMAD PABARJA, en la que manifiesta su disposición para permutar 50.000 toneladas de arroz del Ecuador a cambio de fertilizante (Urea) para el sector agrícola de nuestro país. Hasta allí no hay ningún problema; un intercambio razonable, de mutuo beneficio para las partes.
No obstante, en el tercer párrafo se lee una propuesta inquietante: “En cuanto al tema de interés para la República Islámica de Irán para arrendar tierras destinadas a la producción agrícola, esta Embajada manifiesta la disposición para realizar la visita con el objetivo de conocer las áreas que la República de Ecuador pudiera disponer para tales fines.” Algunas personas, ante esta propuesta, han reclamado por esta posibilidad emprendida en forma pública en el gobierno de Lasso; sin embargo, debemos reparar que estas entregas de importantes áreas de tierra rural del país se inició en el gobierno de Rafael Correa, quien impulsó, de manera vehemente, una ley expresa para este efecto y que ahora la pretende aplicar el régimen lassista correista, o tercer correísmo encarnado por Guillermo Lasso. Toda la gestión del actual gobierno se hace aplicando las leyes de Correa y Moreno, a las que apoyó CREO.
Rafael Correa y sus huestes legislativas apátridas del fascismo del siglo XXI, entre varias leyes antinacionales y antipopulares, con una mayoría parlamentaria de similar origen fraudulento (con 100 de 137 curules), aprobaron la “Ley Orgánica de Tierras Rurales y Territorios Ancestrales”, en la sesión del 3 de marzo del 2016, y la publicaron en el Suplemento del Registro Oficial Nro. 711, del lunes 14 de marzo del 2016. En este cuerpo legal existen las expresas enmiendas firmadas por el propio Correa (y revisadas por Alexis Mera Giler, secretario jurídico de la Presidencia), que constan en el Oficio Nro. T.7131-SGJ-16-85, del 5 de febrero del 2016. Esta ley, como muchas otras, no se difundió en su contenido para el cabal conocimiento de la ciudadanía. Todos los bienes que disponía el país en el 2006, para el 2017, cuando concluyó Correa su mandato, ya habían sido transferidos o autorizados su “monetización”, palabreja sinónima que encubre la privatización y el despojo.
En el Art. 20 de esta “Ley Orgánica de Tierras Rurales y Territorios Ancestrales” se establece: “Las empresas públicas extranjeras (…) podrán adquirir, arrendar o tomar en usufructo, tierras rurales en el territorio nacional para proyectos de producción agraria previa autorización de la Autoridad Agraria Nacional”. El Art. 32 de esta misma Ley precisa que “La Autoridad Agraria Nacional será el ministerio del ramo”. Instancia que, según el tenor literal, autoriza la transferencia, arrendamiento o usufructo de la tierra rural del Ecuador. El Ministro de Agricultura es designado y depende en forma absoluta del propio Presidente de la Republica, según lo determina el Art. 147, numeral 9, de la Constitución, que le autoriza nominar y remover a discreción a cualquier ministro. Si no cumple sus órdenes lo saca de inmediato. Así de sencillo. Bien puede decirse que el Presidente de la República es el encargado de entregar las tierras rurales, sin consultar absolutamente a nadie. ¿Se pretendió desde entonces, como política preconcebida y planificada, permutar tierras rurales a cambio de la deuda pública con la República Popular China u otros países?
El tercer inciso de este mismo Art. 20, de la Ley Orgánica de Tierras Rurales y Territorios Ancestrales, establece: “Las compañías extranjeras privadas podrán participar de manera directa o en asocio (…) en proyectos agrarios.” ¡De este modo quedaron abiertas las puertas para la entrega de tierras rurales, incluso como garantía de deuda pública! O también para vender tierras rurales a compañías monopolistas de productos transgénicos como la Monsanto. El Art. 111 de esta misma ley, que regula la “Concentración de la tierra rural”, no pone límites al tamaño del latifundio.
¡Sólo un odiador incurable de nuestro país y su pueblo podía haber impulsado estos cuerpos jurídicos para favorecer a las multinacionales, propiedad de los círculos financieros más poderosos del planeta y gestores de la globalización o Nuevo Orden Mundial de carácter fascista! ¡Correa ha sido siempre un Caballo de Troya del capital corporativo mundial y alfil de los globalizadores! ¡A través de su gobierno y leyes delincuenciales ha sido posible la pérdida de buena parte del patrimonio social y nacional! ¡Y exactamente en esa misma línea está Lasso, clon elegido por un CNE controlado con dos votos de Correa (Diana Atamaint y Estela Acero), uno del PSC y Jaime Nebot (José Cabrera Zurita), y dos de CREO y el propio Lasso (Enrique Pita García y Luis Verdesoto Custode). ¡Los hechos, las conductas, y las evidencias hablan de manera irrefutable! ¡Por eso jamás se publicó el padrón electoral con más de millón y medio de votantes fantasmas; por eso se negaron a recontar urnas de más de 39 mil Juntas Electorales cuyos datos nadie verificó; por eso obstruyeron que exista una mínima fiscalización al sistema electrónico trucado; y por eso escogieron finalistas de políticas apátridas similares a las de Correa y Moreno!
Cabe destacar que la tierra rural del Ecuador existe en las cuatro regiones del país: Costa, Sierra, Amazonía y Galápagos. ¡Todas estas leyes vendepatrias las aprobaron dando cínicos discursos de proteger la “soberanía nacional”! ¡En política nadie da puntada sin pespunte! ¡Toda ley tiene un destinatario e intencionalidad! ¡En vez de legisladores del Ecuador deberían ser reconocidos como lo que son: auténticos comisionados, copartícipes y amanuenses de las corporaciones extranjeras! ¡Quien disponga de dudas puede verificar la veracidad de lo que decimos con el Registro Oficial aludido y las actas de la Asamblea Nacional!
Regulaciones similares se aprobaron en Brasil y Argentina, para favorecer de manera expresa a las multinacionales y al capital financiero mundial. Durante sus gobiernos supuestamente “progresistas”, pero al servicio de la globalización, entregaron a la Monsanto 64 millones de hectáreas en Brasil, y 40 millones de hectáreas de las pampas argentinas. Esta multinacional de los alimentos transgénicos, sobre todo de la soja, fue adquirida por la corporación de la industria farmacéutica Bayer de Alemania. También se ha difundido que George Soros, un financiador de las políticas globalizadoras, posee 110.000 hectáreas solo en Argentina. El gran capital conoce que todo el mundo requiere alimentos y para ello nada mejor que adquirir tierras, origen de su existencia. En esa línea se halla Bill Gates, en los propios EE UU, donde acaba de adquirir 280.000 acres de las mejores tierras de ese país.
¡En Grecia sus acreedores se llevaron el patrimonio social y nacional como parte del pago de la deuda pública luego de aceptar como garantías de nuevos e incesantes préstamos, todos gestionados a espaldas del pueblo heleno! ¿Vamos por idéntico camino? ¡Estas leyes son parte del proceso globalizador del Nuevo Orden Mundial impulsado por las multinacionales y los círculos financieros más poderosos del mundo! ¡Para mantener el saqueo y la depredación de nuestra sociedad, y perpetuarse en el poder, requieren los reiterados y conocidos fraudes electorales! ¡Se instalan dictaduras sucesivas de origen electrónico fraudulento! ¡En nuestro país no existen elecciones, sino simples proclamaciones de los sirvientes de las corporaciones extranjeras, como sucedió con Correa, Lenin Moreno, el Correa número dos, y Guillermo Lasso, el Correa número tres! ¡Ecuatorianos abramos los ojos y estemos alertas y vigilantes respecto a los intereses nacionales y sobrevivencia misma de nuestra Patria sagrada!Sería equivocado oponerse a que los productos agrícolas sobrantes vayan a cualquier país, preservando siempre la soberanía alimentaria de nuestra Patria. Pero otra cosa es entregar la tierra al capital extranjero cuando en el Ecuador existen cientos de miles de familias campesinas, indígenas y montubias, que anhelarían poseer tierra suficiente, no solo para sobrevivir junto con sus familias empobrecidas al máximo, sino para dotar de alimentos a los ecuatorianos y a los seres humanos de cualquier rincón del mundo. Esta ley debería derogarse en forma inmediata, y determinarse con precisión que compañías extranjeras son dueñas de grandes áreas de tierras rurales del Ecuador con el apoyo de la ley globalizadora de Correa. Esta investigación debería empezar haciéndose en Morona Santiago, Zamora Chinchipe, y la cuenca del Guayas.
¿Para qué buscan que la vigencia de estas leyes continúe? ¿Los bienes públicos, como tierras rurales, son garantías de nuevos créditos e instrumentos económicos y políticos para el objetivo de desnacionalizar el Ecuador y depredar su riqueza? ¡Estamos pasando del correísmo con un Correa visible, al correísmo tras las bambalinas (con todas sus leyes intactas), pero con sus militantes manejando en forma directa cuando menos los ministerios de Educación, Salud y Telecomunicaciones! ¿No resulta notorio que se buscaba mantener el poder a toda costa por parte de una mafia política, con o sin fraude, para proseguir con las leyes inalterables del fascismo del siglo XXI, que están vigentes y sin ningún cambio? ¡Es evidente que buscan mantener estas leyes, con regímenes clonados, para enjaular y saquear al máximo al pueblo ecuatoriano, así como favorecer los intereses de las multinacionales que seguramente les brindarán algunas migajas!
Quito, diciembre del 2021.
¡VIVA EL ECUADOR LIBRE Y ETERNO!
¡LA PATRIA NI SE VENDE NI SE RINDE!
¡LA PATRIA CON EL ALMA SE DEFIENDE!
¡ESTA PATRIA TIENE QUIEN LE QUIERE Y DEFENDERÁ!