BOLSONARO PRETENDE HACER EN BRASIL LO QUE YA HIZO CORREA EN ECUADOR
JAIR BOLSONARO el candidato de la extrema derecha brasileña propone un programa económico que es absolutamente similar a lo ya realizado por Rafael Correa en el Ecuador, del fascismo del siglo XXI, conforme lo pasamos a demostrar. Las propuestas que anuncia Bolsonaro, y ha encargado organizar su realización a su equipo de asesores encabezado por el experto Paulo Guedes, reconocido neoliberal de la llamada Escuela de Economía de Chicago, fundamentalmente son dos:
PRIMERO: Para reducir la deuda pública de Brasil en un 20% anuncia, sin rodeos de ninguna especie, PRIVATIZACIONES y CONCESIONES de recursos naturales y servicios públicos a favor del sector privado nacional o extranjero. Ofrece, por lo tanto, la entrega “legal” del patrimonio social y nacional de Brasil, en forma mucho más intensiva a lo que ya hizo Lula y Dilma Roussef. Correa, conviene recordar, aprobó leyes con su mayoría legislativa de origen electoral fraudulento, para entregar en conducta absolutamente antinacional el petróleo; las minas de oro, plata y cobre; la telefonía; concesionó los puertos de Manta, por 40 años; el de Posorja, por 50 años; Puerto Bolívar por 60 por años; aparte de la entrega por 30 años de Puerto Providencia en Sucumbíos. Ya vendió las fábricas de cemento Guapán y Chimborazo. Dejó autorizando la venta de la empresa de aviación TAME, de la Flota Petrolera Ecuatoriana, el Ingenio Azucarera Tropical, el Banco del Pacífico, hasta las bombas de gasolina de Petroecuador EP, entre otras decisiones consumadas como parte de su política neoliberal. Es notorio que las multinacionales están saqueando América Latina y el Tercer Mundo con gobiernos de apariencias supuestamente distintas pero de prácticas depredadoras y represivas idénticas.
SEGUNDO: Bolsonaro también propone reformar el régimen de la seguridad social, ante la supuesta ineficiencia e ineficacia del mismo, para privatizar, reformar y disponer de los actuales recursos de las jubilaciones, “mediante la creación de un sistema de capitalización privado de aportes”, esto es un sistema paralelo de capitalización. En otras palabras, apuntan a transferir los fondos cuantiosos de la seguridad social pública para dejarlo en manos de bancos y entidades financieras privadas.
En este empeño de codicia plena, saboteando los servicios y las finanzas de la seguridad social, se hallaba Correa y no existen pruebas convincentes que esta política se haya modificado con el actual régimen. Las cuentas del IESS y del BIESS, sobre todo las transferencias de recursos para gastos públicos, son un misterio; no dan cuentas a nadie. Recordemos Correa determinó que toda la familia del afiliado sea atendida (a lo que nadie por principio se opone) pero, en forma deliberada, no le otorgó ningún financiamiento, violando el Art. 369, inciso tercero de la Constitución, que obliga a que “La creación de nuevas prestaciones estará debidamente financiada.” De este modo multiplicó el número de personas a ser atendidas, y como se requería más médicos, remedios, operaciones, camas, y otros gastos, autorizaron que cualquier clínica privada colabore y que, de sus limitados recursos, el IESS lo financie todo. Y como tampoco había la capacidad de financiar las nuevas obligaciones, autorizaron, contra lo que dice la ley, que dineros de los jubilados pasen para estos otros gastos, descapitalizando los fondos previsionales y la capacidad de pago a los jubilados a futuro. No contento con ello, eliminaron el aporte del 40% del Estado para la seguridad social y, encima, de manera planificada, se tomaron fondos por más de USD 18.400 millones de dólares, sin que nadie sepa si acaso han devuelto qué porcentaje, o si han entregado papeles a cobrar luego del 2027.
Determinados grupos empresariales proponen en Ecuador, en esta misma línea, “un sistema combinado de CAPITALIZACIÓN INDIVIDUAL”, y, aparte, “un sistema de reparto que guarde la solidaridad”. (El Universo, viernes 12 de octubre del 2018, pág. 4.) Se puede apreciar ya, desde la época de Correa, una campaña muy bien orquestada para plasmar en realidad este proyecto que resultaría inconstitucional desde hace décadas. Estas políticas son las que propone Bolsonaro. Es evidente que, a la luz de los hechos, tanto Correa como Bolsonaro, con sus políticas similares, son esmerados sirvientes de las multinacionales y de los grupos financieros, y ejecutores de la política de la globalización.
Para que tengamos una idea del monto del capital gigantesco de la seguridad social, y del empeño por tomar ese dinero, tanto de la banca interna como externa, conviene recordar que en Ecuador, por ejemplo, el aporte de todos los trabajadores y servidores tanto del sector público como del privado es del 20,5% del total de sus remuneraciones. Es la mayor cantidad de dinero disponible, contante y sonante, que tiene un país.
Las leyes para la privatización y concesión de la riqueza nacional del Ecuador ya fueron aprobadas por el correísmo, las mismas que se conservan idénticas en la Presidencia de Lenin Moreno, y disponen de la plena complacencia de la llamada vieja partidocracia para poder entregar todas las centrales hidroeléctricas del Ecuador, las telecomunicaciones y tierra rural del país a favor de las corporaciones extranjeras. Estas leyes antinacionales, que abren la puerta para la transferencia de bienes públicos, son las garantías de nuevos créditos y hasta del pago global multiplicado de la deuda pública.
Lo que está proponiendo hacer BOLSONARO en Brasil –en este campo-, es lo que ya hizo Correa en Ecuador. Lo vamos a demostrar con las leyes específicas y al detalle.
¡LA PATRIA NI SE VENDE NI SE RINDE!
¡LA PATRIA CON EL ALMA SE DEFIENDE!
¡VIVA EL ECUADOR LIBRE Y ETERNO!
Octubre del 2018.
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